Aníbal J. Morillo, 14 de diciembre de 2020.

A finales de 2020, recibí la amable invitación de mi amigo, el cardiólogo intervencionista Carlos Andrés Carvajal, para participar con una conferencia cultural para un grupo heterogéneo de cardiólogos y otros especialistas, al que se habían ido sumando personas de otras disciplinas. Esta es una versión transcrita de esa conferencia, con algunas adiciones y modificaciones, además de las versiones completas de las piezas musicales a que se hace referencia en esa presentación.

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No tenía muy claro de qué iba a hablar, pero, como soy radiólogo, seguramente iba a mencionar algo sobre mi especialidad.

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También me gustan la música

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y la historia,

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otros temas que podría intentar incluir.

Encontré un término que podría servir para definir lo que voy a hacer hoy : divagar.

divagar

hablar o escribir sin concierto ni propósito fijo y determinado.

Básicamente, hablar de varios temas que no necesariamente van a estar conectados. Así, llegué a este título, «divagaciones históricas y musicales en tiempos de pandemia».

1895

Comienzo con un hito inevitable para mí. En la ciudad de Wurzburgo, Alemania, el 8 de noviembre de 1895, el físico Wilhelm Conrad Röntgen hizo un descubrimiento extraordinario, que cambiaría la historia de la medicina: los rayos X.

Wurzburgo, foto por W. C. Röntgen

Wurzburgo, foto por W. C. Röntgen

Röntgen documentó su descubrimiento con la primera radiografía jamás tomada a una persona, la mano de su esposa, Anna Bertha.

Hand mit Ringen. Radiografía de la mano de Anna Bertha Röntgen

Hand mit Ringen. Radiografía de la mano de Anna Bertha Röntgen