El ilustrador y diseñador gráfico japonés Makoto Wada hizo en 1992 una serie de dibujos de músicos famosos del jazz, que fueron acompañados por unos textos de su compatriota, el reconocido escritor Haruki Murakami. Después de esa primera exposición, hubo una nueva colaboración entre los dos, que acabó recopilada en un libro llamado Retratos de Jazz (Potoreito in Jazu), de 1997, el cual fue recientemente (marzo de 2025) traducido al español, como parte de la colección andanzas de TusQuets editores (declaro que no tengo vínculo comercial alguno con los autores ni con la editorial mencionada).

La creatividad de Wada se expandió a terrenos tan disímiles como la dirección de cine, la composición musical y la creación de ensayos. Sus dibujos de los músicos reseñados son sencillos, casi infantiles, pero suelen reflejar fielmente la apariencia de estos artistas. El libro también está ilustrado con las carátulas de los discos que Murakami posee en su impresionante colección de vinilos.

El gran novelista japonés Haruki Murakami es conocido por las referencias musicales en sus novelas, la mayoría al jazz. También es famosa su extensa colección de discos de este género, que alcanza los 40000 (sí, cuarenta mil) vinilos. Otra de las obras de Murakami dedicada a la música es el libro Música, sólo música, una recopilación de sus conversaciones con el gran director Seiji Ozawa, cuya lista de reproducción estoy recopilando, para incluirla en un capítulo aparte, aunque no sea de jazz.

Murakami se inició en el jazz a sus quince años, luego de ver a Art Blakey y sus Messengers en Kobe, en 1964. Fue dueño del club de jazz Peter Cat. Se ha descrito que el estilo del escritor emula a las piezas de jazz, y él mismo ha dicho que escribir requiere de un ritmo natural y firme, como el de este tipo de música.

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Murakami en su local Peter Cat

Murakami en su local Peter Cat

Las reseñas de Murakami en este libro no son muy detalladas, y a veces incluso no hacen referencia directa al artista sobre el que escribe. Muchos de estos retratos son las impresiones y recuerdos de Murakami, relacionadas con su experiencia personal al oír estos discos o al conocer sobre estos artistas y su música. También menciona, en algunos casos, el tipo de licor con el que acompañó, en su momento, la música que describe con apasionamiento. Murakami incluye al final una lista de reproducción, que viene de su discoteca personal, algunos de cuyos títulos no son de fácil consecución, por ser ediciones que sólo se editaron en Japón, o por tratarse de impresiones en vinilo que no siempre se pueden obtener en versiones digitales. Con base en la lista de Murakami he elaborado una lista de reproducción que ha resultado bien extensa, aunque menos que la del escritor, pues en la suya reseña discos enteros, mientras que yo he tratado de escoger un par de piezas (a veces más) de cada músico, ya sea del mismo disco sugerido por Murakami, o de otros discos que han sido importantes en la carrera de cada músico. Son más de medio centenar de artistas los que retratan Wada y Murakami en su libro; a varios de ellos o de sus obras las he incluido en diferentes secciones, reseñas o listas de reproducción en esta página, por ser músicos que muchos consideran indispensables en la historia del jazz, o simplemente porque los considero especialmente agradables de oír. En esta lista, algunos de los músicos aparecen más de una vez, incluso en piezas que ejemplifican a otros, debido a su colaboración mutua en diferentes sesiones de grabación. Incluyo un breve comentario de cada uno de estos 55 grandes protagonistas de las diferentes variedades de este género, en el mismo orden en que aparecen en el libro Retratos de Jazz. Por supuesto, estos comentarios no pretenden remplazar lo escrito por Haruki Murakami; pueden servir de abrebocas para disfrutar de los músicos seleccionados por Murakami y Wada, los cuales enumero a continuación:

Chet Baker

Representante del que se conoció después como West Coast Jazz, también como el estilo cool, su suave manera de cantar –equiparable a su forma de tocar la trompeta– le prodigó muchos éxitos y elogios en su accidentada carrera. En 1954 debutó como cantante en su álbum Chet Baker Sings, acompañado de Russ Freeman en el piano, con algunas variaciones en su bajista (Bob Whitlock, James Bond o Carson Smith ) y en el baterista (Peter Littmann, Lawrence Marable o Bob Neel). Como ejemplos de su habilidad con el instrumento y con la voz, This Time The Dream’s On Me, I Fall In Love Too Easily y It could Happen To You.

Benny Goodman

El gran clarinetista Benny Goodman, representante del swing, en formato de orquesta o de grupos más pequeños, como su famoso sexteto, con diferentes formaciones a lo largo de su historia. Goodman siempre era acompañado por grandes instrumentistas, como Teddy Wilson en el piano, Gene Krupa en la batería, Bunny Berigan o Roy Eldridge en la trompeta, Lionel Hampton en el vibráfono y el magnífico Charlie Christian en la guitarra. Sin embargo, gran parte de su éxito se atribuye a los arreglos imprescindibles de Eddie Sauter. Los ejemplos seleccionados de este músico son las piezas Moonlight in the Ganges y Where or When.

Charlie Parker

Para honrar al saxofonista alto Charlie Parker, Murakami escoge el disco Bird & Diz del sello Clef Records, grabado en 1950, era del Bebop. Además de Parker, protagonizan la sesión el gran trompetista Dizzy Gillespie y el gigante del piano Thelonious Monk; Curley Russell en el bajo y el gran Buddy Rich en la batería. En el disco también participan otros músicos, pero no en los ejemplos seleccionados, Bloomdido y My Melancholy Baby.

Fats Waller